NUESTRO SAGRADO PODER CREATIVO: UN DON DIVINAMENTE IMPLANTADO

NUESTRO SAGRADO PODER CREATIVO: UN DON DIVINAMENTE
IMPLANTADO
APRIL /15/’11
Es hoy el día apropiado para absorber en nuestra memoria completa un súper importante hecho:
Estoy parado en la montaña mística obteniendo una bella perspectiva espiritual respecto al magnífico don divino el cuál nos permite canalizar apropiadamente todo nuestro poder creativo. Le doy gracias a todas las personas que directa e indirectamente me ayudaron a tomar la senda mística en mis años de adolescente. Lo que es vital son mis experiencias y no mi nombre. Hablo en nombre de la sabiduría antigua y de todo esfuerzo grande y pequeño llevado a cabo por el género humano.
Dios en su infinita sabiduría y amor universal implantó en cada uno de nosotros una semilla. Semilla que en su interior en forma condensada reúne gran poder creativo de origen divino. Somos verdaderamente afortunados de haber recibido esta cósmica bendición! Esta bendición es nuestra herencia divina!
Lo verdaderamente maravilloso de todo esto es que cada una de nuestras almas ha experimentado un sinfín de experiencias humanas a través de los tiempos. Bagaje mental-espiritual es tan variado que existe siempre alguien que se beneficia de nuestras contribuciones; nuestras peculiares creaciones. Solo nos falta una virtud; el valor de ser diferente y el de atrevernos a crear!
Existe una gran ventaja en nosotros los que amamos a la Naturaleza, especialmente queremos comprende todas las leyes de Dios y la apreciamos como un don divino. Para ser admirada y respetada. Posemos una imagen completa de cada una de las necesidades de nuestro planeta y la bellísima humanidad que la puebla.
Siempre ha estado en mi mente una analogía: somos súper héroes los cuales sufrimos de una amnesia at auto impuesta.
Aquí y ahora debemos reclamar nuestra gerencia divina creando mejores condiciones de vida para los nuestros. Verlos ahora con una correcta perspectiva espiritual: somos seres espirituales teniendo experiencias humanas y no seres humanos teniendo experiencias espirituales. El místico Paracelso lo expresó con otras palabras, pero la esencia es la misma. Tenemos el valor?
Ezequiel Rodríguez Saldívar